sábado, 28 de noviembre de 2009

Hoy en reporteros: un día con Neill

Hace algunos días necesitábamos con urgencia saber qué eran las pedagogías antiautoritarias, por esta razón nos contactamos con la persona que, a nuestro parecer, es la más adecuada para instruirnos en el tema. Llamamos a Alexander Neill a su domicilio y nos contactó de inmediato, le hablamos de nuestro proyecto y de la infinidad de dudas que teníamos acerca de esta clase de pedagogía y sobre todo de su creación “Summerhill”. Luego de nuestra conversación accedió de inmediato a ofrecernos una entrevista, nos mencionó la satisfacción que le produce el que jóvenes como nosotros nos interesemos en su obra. Convenimos en vernos el día sábado a las diez de la mañana en el café literario, ubicado en metro Salvador, Providencia.
Al llegar, nos estaba esperando y nos dimos cuenta de inmediato que es un tipo muy amable y con la mejor de las disposiciones, aunque es algo introvertido, pero a la hora de preguntarle nuestras inquietudes se mostró lo más explicativo posible. La conversación fluyó y nosotros comenzamos nuestro itinerario de preguntas:

1- Señor Neill, ¿cuál es la definición que usted considera más apropiada para una pedagogía antiautoritaria y mediante qué prácticas se realiza o se implementa en la educación?

R- Para mí, y a lo largo de todos mis años dedicados a la educación, considero que la pedagogía antiautoritaria se enmarca en un conjunto de ideas, teorías y valores que pese a su diversidad comparten iguales pero múltiples principios. Uno de los principios más significativos es la libertad como condición de la educación, me explicó: creo profundamente que la libertad es un recurso valorable y que cada persona merece vivirlo. Por esto, no se debe suprimir por ningún motivo. Me resulta absurdo cuando se les impide a los niños algo tan natural y simple como ir al baño. En mi trabajo de director incentivé a los docentes a que no prohibieran este tipo de situaciones, y que dejaran a los alumnos tener libertad de opinión y crítica con su entorno, pues la libertad no solo se basa en dejar hacer a las personas lo que quieran, sino que también tengan libertad de expresión y pensamiento. Quiero destacar que la “libertad” de la que hablo no significa “libertinaje”, aunque mi trabajo y mi escuela Summerhill, han sido criticadas por esta característica que me he propuesto entregarle a los alumnos que asisten a esta escuela.

2-Sus ideologías se reflejan en su gran obra Summerhill, ¿cuál fue el deseo o el sentimiento que lo llevó a crear esta escuela “alternativa”?

R- Bueno, primero que todo quisiera señalar que Summerhill nace como una escuela experimental. Con mi esposa tuvimos la inquietud de abrir un centro educativo que no coersionara al ser humano. Sostengo esto, ya que en mi trabajo como docente me di cuenta que el sistema educativo impartido se preocupaba de inculcar en los alumnos ideas preestablecidas más que preocuparse porque los niños aprendieran. En este mismo trabajo me enfrenté a niños de mala conducta, y al hablar con ellos me di cuenta que había sido el sistema el que los había corrompido. Llegué a la conclusión que aquellos niños reaccionaban así por la falta de amor de parte delos adultos, y de la sociedad. Por otro lado, me tocó vivir y ver las atrocidades de la segunda guerra mundial, por lo que siempre tuve el rechazo a la represión, y por sobre todo a las prácticas que limitaran al individuo. Además, siento que a los jóvenes se les ha enseñado a “saber” pero no se les ha dejado “vivir”. Por todas las razones que ya les mencioné, me decidí a emprender este proyecto que tuviera como misión, la libertad de los niños, la vida en comunidad, la autonomía, y por sobre todo la felicidad.

3- Ha causado gran curiosidad su gran obra “Summerhill”, en varias declaraciones usted ha dicho que es una nueva propuesta de educación en donde las personas viven en comunidad. Con respecto a esto ¿cuáles son las características que enmarcan a Summerhill o qué la hace diferente de las demás instituciones educativas?

R- Para mí, Summerhill representa todos mis anhelos y lo que siempre soñé de una educación o de un colegio. Me hubiera encantado haber asistido a una Summerhill pero me conformo con ser el precursor de esta nueva institución educativa. Esta escuela deja a los niños ser ellos mismos, pues creo en la idea de Rousseau que todo niño posee una bondad innata. De seguro las personas que poseen una conducta difícil es porque no se le ha tratado con amor. Por esta razón, hago que mis alumnos puedan ser ellos mismos, que si tienen una opinión la digan, aunque sea con un adulto, es decir, con un docente. Los niños de Summerhill no están sometidos a ninguna inspección de las habitaciones, ni menos a la vigilancia de nadie. Se les deja en libertad, esto implica que pueden llevar la ropa que ellos quieran. En cuanto a las clases, aunque existe un horario establecido para ellas, tienen la opción de ir cuando ellos quieran y si lo hacen pueden ir a la de su nivel o a una clase que sea de su interés. Las tardes son completamente libres para todos, algunos van al cine, otros se encuentran en la sala de arte pintando o haciendo alfarería. Aunque, la mayoría de las personas crea que en Summerhill no existen reglas si las hay ,con la diferencia que han sido los propios niños en compañía con los adultos quienes votan por las medidas que están dispuestos a seguir en la asamblea que realizamos cada sábado en la escuela. En realidad es maravilloso vivir con estos niños y muy pocas veces se forman desavenencias, dado por la libertad que ellos poseen.

4- ¿Por qué la “felicidad” se hace tan fundamental para usted, hasta el punto de tomarlo como una finalidad o meta en la vida?

R- Como ya les mencioné anteriormente, me tocó vivir en el período de la segunda guerra mundial. Dado este hecho, perdí la confianza y fe en todas las instituciones, por lo que solo quedó la confianza en las personas. Me di cuenta que la bondad innata que poseen debía ser estimulada, es decir, si el niño crecía en un ambiente armonioso, él imitaría esa conducta con los demás, y es algo que he podido comprobar en mis años en Summerhill. Al ser libres no son rencorosos, han crecido en un ambiente sin odio, por lo tanto ellos no lo muestran con los demás, al contrario a veces me encuentro paseando por los jardines de la escuela y llegan algunas niñas con flores en la mano que han cortado del jardín o con dibujos hechos para mí. Por lo tanto, creo que la felicidad es un logro personal deseable y la formula para alcanzarla es el amor y la libertad. La maldad no es natural, sino el resultado de la carencia de amor. Por lo que si se las trata con calidez y con respeto, generará que los estudiantes aprendan mejor e igualen esta conducta. Para explicar esto, siempre recurro al ejemplo de un “niño abusivo”. Si este golpea a otro de seguro esa misma acción la han hecho con él. Por esta razón, creo que un ambiente rico en amor y respeto es el mejor regalo para nuestros niños.

5- ¿Cuál es el mensaje que podría entregarle a todos los docentes de nuestro país, a la institución educativa, y a nosotros?

R- Primero que todo, que amen la educación por sobre todas las cosas, ya que sin ese amor al trabajo no se pueden realizar los grandes cambios que la sociedad necesita. Segundo, que no tomen a los alumnos como futuros “saberes enciclopédicos”, sino que sepan que son personas más que “educando”, y por tanto no solo se les debe “enseñar” sino preocuparse por ellos, porque vivan en un ambiente lleno de amor, y libertad. Creo que los profesores hoy en día temen en darle un poco de libertad a los alumnos, porque piensan que estos les perderán el respeto. Supieran lo equivocados que están. Tercero: que deben dejar que los alumnos sean tal como son, no se les debe imponer disciplina dura para que normen su conducta, al contrario ejerciendo la libertad ellos mismos podrán autogobernarse y no dependerán de otros para salir adelante. Y por último, que eliminen la palabra “éxito” dentro de la educación, ya que los jóvenes piensan que serán valorados en cuanto al triunfo que obtengan en sus vidas económicamente más que preocuparse de sus sentimientos y de los deseos de las personas. Y recuerden siempre que el amor y la libertad son las bases para formar personas seguras de sí mismas, independientes, sin miedos, y por sobre todo con una satisfacción de vivir y decisión en sus vidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario